Células animales cultivadas en laboratorio



La agricultura celular se consolida en 2026 como una de las transformaciones más relevantes de la industria alimentaria mundial. Este modelo, basado en la producción de alimentos a partir de células animales cultivadas en laboratorio, busca reducir el impacto ambiental, eliminar el sacrificio de animales y garantizar una fuente de proteínas más sostenible.


Según datos recientes de ProVeg Incubator y consultoras de innovación alimentaria, más de 100 empresas en el mundo están desarrollando productos cultivados a partir de células: desde carne, pescado y mariscos, hasta lácteos, grasas y gelatinas. La tecnología, que inició en 2013 con la primera hamburguesa cultivada, ha evolucionado hacia una producción a escala piloto y comercial en países como Singapur, Israel, Estados Unidos y Países Bajos.


???? Nuevas tecnologías y aplicaciones en 2026

El avance de la fermentación de precisión y el cultivo celular automatizado ha permitido generar alimentos con mejor textura, sabor y rendimiento. A través de biorreactores inteligentes y medios de crecimiento optimizados, hoy se pueden producir tejidos musculares completos y grasas cultivadas con costos hasta 40% menores que hace cinco años.


Estas innovaciones han impulsado el desarrollo de productos híbridos, que combinan proteínas vegetales con componentes cultivados, ofreciendo alternativas más realistas y competitivas para el consumidor. Por ejemplo, nuggets vegetales con grasa celular o quesos con proteínas fermentadas, que replican la experiencia sensorial de los productos tradicionales.


???? Proyección global hacia 2040

De acuerdo con la consultora Kearney, la carne cultivada podría representar hasta el 35% del mercado mundial de carne para 2040, posicionándose como una solución clave ante los desafíos del cambio climático y la sobreexplotación ganadera.


Iniciativas como CellAg Project y 50by40 de ProVeg continúan trabajando para acelerar la aceptación pública de estos alimentos, garantizando estándares éticos, nutricionales y de seguridad alimentaria.


En este contexto, 2026 marca el inicio de una nueva etapa para la industria alimentaria, donde la tecnología, la sostenibilidad y la innovación convergen para redefinir cómo se produce y consume la proteína del futuro.